El poder transformador de la espiritualidad en el Último Viaje
Lo primero a lo que tenemos miedo es al hecho de sufrir, a cómo va a ser el tránsito del momento en el que ocurra la muerte. Las personas que han tenido ECM aseguran que los momentos anteriores a la muerte, no se siente dolor.
Lo segundo a lo que tememos es a lo desconocido, el no saber a qué nos enfrentamos, y que es lo que va a pasar después.
Lo tercero que nos hace temer a la muerte es el apego, es ese “yo” con el que nos identificamos, esa idea que tenemos de los que somos, ese personaje que hemos creado para sentirnos seguros. Es el apego a nuestros seres querido, a nuestras cosas materiales, al rol que desempeñamos en la sociedad… Experimentamos apego desde que nacemos, el primer apego que experimentamos es con la madre, ya que con ella nos sentimos seguros respecto al resto del mundo. Y así va a ser a lo largo de nuestra vida, experimentaremos apegos con las personas o las cosas que nos hagan sentir seguros.
La cuarta cosa que nos hace temer a la muerte es la falta de espiritualidad. En el mundo actual la gran mayoría de la gente adulta, sobre todo en occidente, ha crecido en la cultura del hacer, dando prevalencia y prioridad al mundo material, siendo el eje y centro de nuestras vidas, y dejando en un cajón encerrado con llave todo eso que no se puede ver, y para lo que no hemos sido educadas a cultivar. Es por ese motivo que cuando perdemos a un ser querido nos sumimos en un gran abismo. Porque para nosotros no hay nada mas.
Suele haber confusión y a menudo se confunde espiritualidad con religión, siendo dos cosas completamente diferentes.
Espiritualidad hay una, y religiones decenas.
Las religiones cuentan desde sus creencias, su verdad de lo que es la realidad, y cada una de ellas se cree en posesión de la verdad absoluta frente a las demás, la espiritualidad es la experiencia, y para cada uno su experiencia es lo que vale.
La espiritualidad es laica, se experimenta y hay un antes y un después.
En la religión existe el principio de dualidad, Dios por un lado y el universo por otro, mientras que en la espiritualidad Dios y el universo son un todo.
La religión se sustenta en dogmas, temor y castigo.
La religión viene impuesta depende del lugar donde hayas nacido y la espiritualidad. Va desde afuera hacia dentro, y la espiritualidad es de dentro a fuera.
La espiritualidad no tiene intermediarios, yen las religiones para experimentarlas hay una serie de figuras y rituales para poderla experimentarla.
La espiritualidad transforma, libera y nos lleva a la sabiduría, no está en manos de nadie, tu perdón ni tu salvación.
Lo que la espiritualidad trata de hacernos ver que las cosas no tiene opuesto (no dualidad), sino que todo es lo mismo.
Lo contrario de luz no es la oscuridad, si no la ausencia de esta
Lo contrario de la vida, no es la muerte, sino la ausencia de esta
Desde la espiritualidad la muerte sigue siendo vida, pero en otra expresión, que nosotros ahora no podemos percibir. Por eso nos resulta mucho mas difícil y doloroso sin esta perspectiva decir adiós a nuestros seres queridos.
La única forma de acabar con la perspectiva que tenemos de la muerte y perderle el miedo es aceptar que no solo somos un cuerpo, sino que también somos un espíritu, y el espíritu nunca muere, sino que sigue su proceso evolutivo.
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